The Al��jate de Las Personas T��xicas

<p><strong>El llamado de tu vida es demasiado importante para que las personas t��xicas te lo quiten. En <em>Al��jate de las personas t��xicas</em> Gary Thomas el autor <em>best seller</em> de <em>Matrimonio sagrado</em> se basa en historias b��blicas y modernas para proveerte con ideas pr��cticas para lidiar con personas dif��ciles en tu vida y vivir fiel al prop��sito que Dios te dio.</strong></p><p>Como cristianos a menudo sentimos culpa y la responsabilidad de satisfacer las necesidades de las personas no saludables en nuestras vidas. Ya sea un hermano padre c��nyuge compa��ero de trabajo o amigo las personas t��xicas siempre buscan frustrar el llamado de nuestra vida. Mientras buscas primeramente el reino de Dios ellos buscan primeramente distraer tu atenci��n y retrasar tu trabajo.</p><p>En lugar de intentar la tarea imposible de apaciguar a las personas t��xicas es hora de que dediquemos nuestra energ��a al ��nico esfuerzo que vale la pena: completar la obra que Dios nos ha encomendado. Es solo cuando aprendemos a decir no a los malos patrones que podemos decir s�� al bien que Dios ha planeado para nosotros.</p><p>Gary Thomas el autor <em>best seller</em> de <em>Matrimonio sagrado</em> observa ejemplos b��blicos de las vidas de Jes��s Pablo y Nehem��as. Tomado de los a��os que sirvi�� como pastor Thomas comparte historias modernas y ejemplos pr��cticos para lidiar con personas dif��ciles en nuestras vidas. Cada cap��tulo incluye lecciones pr��cticas que puedes aplicar de inmediato. Descubrir��s como: </p><ul><li>Establecer l��mites saludables para proteger el llamado de tu vida</li><li>Buscar refugio en Dios cuando te sientas bajo ataque</li><li>Discernir cu��ndo alejarte de una situaci��n t��xica</li><li>Mantener un coraz��n tierno incluso en relaciones no saludables</li><li>Amar y servir a las personas dif��ciles al resistir su control</li><li>Hacer crecer tu fuerza interior e invertir en personas confiables</li></ul><p>No podemos dejar que otros roben nuestra alegr��a o nuestra misi��n. Es hora de fortalecer nuestra defensa aprender a poner buenos l��mites y enfocarnos en el prop��sito que Dios nos dio.</p>