BATALLA FINAL NADIE Y EIDAN

<p>Dicen que los héroes nacen con un nombre.</p><p> Yo no.</p><p> A mí me llamaron Nadie y jamás imaginé que ese nombre vacío cargaría con el peso del fin del mundo.</p><p>La realidad se quebró el día en que escapé de la cárcel.</p><p> No porque fuera libre sino porque descubrí que tras el espejo que siempre me perseguía desde niño se ocultaba algo más:</p><p> un mundo donde lo imposible era real</p><p> donde criaturas encapuchadas acechaban entre ruinas</p><p> y donde la línea entre sueño y locura era tan delgada que podía romperse con un solo paso.</p><p>En mi búsqueda por sobrevivir-y por entender quién era realmente-descendí al inframundo en busca de la pócima legendaria el único poder capaz de enfrentar lo que venía.</p><p> Allí me encontré con el Rey del Inframundo</p><p> un ser cuya sombra podía tragar la luz.</p><p> Conseguí escapar por poco llevando conmigo la pócima que marcaría mi destino.</p><p>Pero nada me preparó para lo que vino después.</p><p>Porque fue entonces cuando reapareció en mi vida el Doctor.</p><p> El hombre misterioso que siempre me observaba desde la distancia...</p><p> El que llevaba años intentando mantener algo dentro de mí bajo control...</p><p> El que parecía saber más de mi destino que yo mismo...</p><p>Y entonces llegó su revelación.</p><p> Una verdad tan brutal tan imposible tan devastadora</p><p> que reescribió todo lo que sabía sobre mi origen mi pasado... y mi futuro.</p><p>No puedo contarla aquí.</p><p> No aún.</p><p> Solo diré que desde ese instante mi camino cambió para siempre.</p><p>Que mi enemigo más peligroso...</p><p> era yo mismo.</p><p>Y que la batalla final contra la Sombra Eidan</p><p> la criatura que se alzaba sobre la cima de la montaña con la Espada de la Justicia corrompida en sus manos</p><p> no era solo una lucha por salvar al mundo...</p><p>Era una lucha por salvar lo poco que quedaba de mí.</p><p>Mi nombre es Nadie.</p><p> Y esta es la historia de cómo un fugitivo sin nombre desafió al apocalipsis...</p><p> sin saber siquiera quién era realmente hasta el último momento.</p>