<p class=ql-align-justify>Si cada ser humano tuviera conciencia de que su presencia en la tierra tiene una misión que ocupa un sentido en la inmensidad del todo el acontecer del mundo sería otro y no cabrían más palabras que para la alabanza de todo lo existente. Nadie contaría jamás los granos de arena que lenta y oficiosa arroja el mar a nuestros litorales pero cada grano de arena cuenta para hacer esa extensión de bonanza y placer que otorgan a la vista y al disfrute de los cuerpos un salutífero baño de playa. Lo más mínimo lo más oculto cumple una función en nuestro vasto universo.</p><p class=ql-align-justify>Nada es inútil. Solo es inútil el dolce far niente y sin embargo. Ya decía nuestro admirado Fernando Pessoa que hay suficiente metafísica en no pensar en nada. De allí que el ocio sea tan creador como el negocio. Que la paz sea siempre una ficción porque pareciera que es la guerra y sus infinitas industrias las que mueven el mundo siembra preocupación y angustia. Y la guerra la más cruenta tiene sus fealdades sus irracionales mudanzas de los espíritus sus locuras pero en paralelo cursan fuerzas contrarias que celebran un nuevo tiempo que un nuevo estadio de tranquilidad traerá sus candores algún algoritmo de felicidad para que las aguas vuelvan a su cauce y se establezca un nuevo ciclo. Así de devastador y conmovedor es el tiempo humano del que son víctimas el resto de las criaturas terrestres. Pero esos somos y hasta ahora ningún dios ha puesto límites a tanta desmesura tal vez porque entre el agua y el fuego se resuelve la vida mientras que cada uno respira para sus pulmones el aire que hasta ahora parece inagotable.</p><p class=ql-align-justify>Hay parcelas en todo y unos y otros toman partido por la que le ofrece mayor rédito. A la vida se llega crucificado y ese símbolo de los cristianos que al parecer es muy anterior a su historia ha pasado a ser la impronta que toca llevar en la vida. El martirio inevitable tiene al final su descanso en el calvario vale decir su absolución como gracia del camino andado. Todos hacemos ese recorrido: unos pesan como cadenas otros son livianos como batir de alas. Ningún destino escoge; eres tú quien eliges el sendero a recorrer. Es en esa página inédita de cada ser donde puede constatarse cómo se maduran los frutos y cuánta ha sido la cosecha. Cada ser es único se ha dicho hasta el cansancio y lo creo.</p><p class=ql-align-justify>Cada persona es un libro abierto y solo la bondad de los otros se permite leer en sus páginas. Dar el paso salir de la ineditez es una opción para quien quiere mostrar parte de los frutos que ha recogido de la vida. </p>
Piracy-free
Assured Quality
Secure Transactions
Delivery Options
Please enter pincode to check delivery time.
*COD & Shipping Charges may apply on certain items.