Guarida de héroes


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About The Book

Aquí les presento unas letras robadas del libro del ayer. Las hazañas de ese pasado, ya ido con el viento de antaño, atestiguan acciones verídicas. Si bien nunca he hecho nada distinto de escribir, no tengo vocación ni virtud de narrador e ignoro las normas gramaticales. Pero me he embarcado en esta empresa porque confío que el drama es interesante. Me empeño en contar la interminable lucha de una humilde familia que buscó refugio contra los vientos tormentosos de la pobreza y procuro buscar un desenlace a los muchos sucesos que llevaron sinsabores e inquietudes. He de incluir el desquite a la monótona y soberbia vida en la Isla del Espanto, como suelen llamarla hoy los paisanos que, en multitudes, huyen o escapan del fiero león del desempleo. En esta narración, la familia se asemeja a reos de la pobreza sin indulto. Primera parte (1949): describe el enigma de un obrero, picador de caña, agricultor y tomador de guape (ron pitorro hecho en la montaña); mujeriego, peleón durante las borracheras, amigo de los amigos y padre de nueve muchachos. Segunda parte (1951): cuenta las tristezas y los sacrificios de una viejita que derrama dolorosas lágrimas al ver partir a su hijo al servicio militar. La sangre boricua cubre el campo de batalla. La narración culmina con el regreso. Tercera parte (1971): la pesadez y la angustia de la viejita continúan años más tarde. Dos de sus hijos combaten en una jungla y desafían a un temible enemigo. Cuarta parte (presente): el hijo pequeño emigró a Nueva York. Al encontrarse solo, contempló su resistencia, buscó sosiego en la labor de construcción, quiso romper las barreras del analfabetismo y cursar en el colegio. Sin embargo, le aconsejaron que continuara en su oficio porque no tenía capacidad para las matemáticas; no poseía adiestramiento, solo ansiedad y ambición.
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