La Dieta de Dios

<p>Es hora de que rompamos la miserable barrera nutricional y empecemos a <strong>disfrutar de la buena salud</strong> y el bienestar que Dios quiere que tengamos.<br /><br />Recuerda lo que dijo el rey Salomóm: “<strong>El principio de la sabiduría es el temor de Jehová</strong>; Los insensatos desprecian la sabiduría y la enseñanza”. Proverbios 1:7<br /><br />Todos<strong> los caminos de Dios son rutas pavimentadas</strong> que te llevarán a salvo a tu destino. Sal de tu camino de barro donde estás atorado y súbete al camino pavimentado de Dios y Su Palabra. <br /><br />Ignorar las leyes y mandamientos de Dios lo único que traen es miseria y enfermedad: “Mi pueblo fue destruido porque le faltó conocimiento”. Oseas 4:6. <br /><br />Al leer este libro lleno de <strong>principios bíblicos para una buena nutrición</strong> descubrirás:</p><ul> <li>Los fundamentos para edificar un cuerpo fuerte y sano que dure mucho tiempo para que disfrutes la vida y para que sirvas al Señor y a su pueblo por muchos años.</li> <li>El plan de Dios para tu salud física</li> <li>¿Promete Dios largura de días y salud?</li> <li>Cómo desarrollar una actitud correcta para fortalecer tu espíritu</li> <li>Cómo obtener beneficios para nuestro cuerpo y alejar los resultados perjudiciales</li> <li>¿Estás transgrediendo alguna de las tres leyes bíblicas?</li> <li>Las diferencias entre la carne pura e impura</li> <li>¿Es perjudicial comer sangre de animales?</li> <li>Los peligros de comer animales no aptos para consumo humano</li> <li>La relación entre el cáncer y los alimentos que consumimos</li> <li>La visión de Pedro en cuanto a los alimentos ¿realmente ha cambiado algo?</li> <li>¿Qué pensaba Jesús de los animales inmundos?</li> <li>Verdades que te ahorrarán miles de dólares en medicinas doctores hospitales y operaciones. </li> <li>El agua que sana</li> <li>Secretos reveladores del ayuno</li> <li>La importancia del buen descanso</li> <li>y mucho más!</li></ul><p><br /><strong>Dios está muy interesado en tu cuerpo</strong>. Si nuestro cuerpo es templo del Señor y es Su habitación tendremos que darle cuentas del uso y abuso que le demos. Hemos sido hechos los custodios de la casa de Dios donde mora su Presencia y tendremos que dar cuentas en el Tribunal de Cristo.<br /><br />Si no revisamos los materiales con los que estamos construyendo nuestra casa orgánica se nos va a derrumbar mucho más pronto de lo que nuestro Arquitecto lo planeó.</p>