¿Por que?

<p>Una ciudad bajo la lluvia se convierte en el escenario de una serie de crímenes con un patrón de terror sin precedentes. El Inspector Novera persigue la única firma del asesino: una máscara blanca y lisa que encarna la frialdad absoluta.</p><p>​La investigación de Novera lo adentra en un horror metódico. Este depredador no actúa por impulso sino que sigue un plan maestro una filosofía oscura donde las víctimas son reducidas a objetos de un ritual silencioso. A través de un análisis de siete partes Novera se ve obligado a enfrentarse a la mente del criminal un estudio de lógica y control que encuentra justificación en la historia de los peores asesinos en serie.</p><p>​El tiempo se agota y los cuerpos se acumulan cada uno una pieza de un diseño calculado. Novera debe encontrar la única debilidad del asesino: su obsesión por la perfecta normalidad. El desenlace es una revelación devastadora: el mal más puro no se esconde en la locura visible sino que se funde en lo cotidiano.</p><p>​El verdadero terror reside en la normalidad.</p>