Treinta movimientos para volver a ti

<p>¿Qué sucede cuando sentimos que hemos llegado al borde del camino?<br>Cuando miramos hacia atrás y no encontramos monumentos ni grandes construcciones duraderas<br>solo fragmentos ruinas historias a medio terminar.<br>Cuando la vida ha sido un largo viaje de esfuerzo talento amor entregado<br>y aun así el fruto material o visible parece escaso inestable efímero.</p><p>¿Qué sucede cuando las pérdidas se acumulan<br>cuando aquellos a quienes dimos amor tiempo presencia también nos hieren o nos olvidan?<br>Cuando incluso los lazos más sagrados -los hijos las parejas los amigos los compañeros de alma-<br>se tornan fuentes de dolor incomprensible.</p><p>¿Qué sucede cuando hemos sido buscadores sinceros de lo divino<br>hablando a Dios a los maestros a los santos<br>rezando confiando entregándonos una y otra vez<br>y aun así la respuesta parece ser el silencio?</p><p>¿Qué sucede cuando la fe misma comienza a desmoronarse<br>cuando Jesús Dios los ángeles los rituales<br>se convierten en conceptos lejanos<br>y sentimos que tal vez el Creador no se encuentra fuera ni en las estructuras religiosas<br>sino en algún rincón olvidado de nuestra propia naturaleza?</p><p>¿Qué sucede cuando después de tanto recorrer caminos espirituales<br>después de meditar decretar sanar trabajar con piedras con frecuencias con constelaciones<br>seguimos sin ver resultados claros<br>seguimos sin lograr sostener la abundancia el amor la paz?</p><p>¿Será que hay heridas tan antiguas que no basta un trabajo mental para liberarlas?<br>¿Será que existen nudos invisibles votos secretos patrones heredados que necesitan ser vistos desde otro lugar<br>más allá de las técnicas más allá de las teorías?</p><p>¿Será que en algún punto el alma simplemente se cansa?<br>¿Cansa de luchar de buscar de corregirse de sanarse?</p><p>¿Y qué hacer entonces?<br>¿Rendirse? ¿Desaparecer? ¿Dejar de intentar?</p><p>¿O será posible que en ese cansancio en esa caída en esa rendición<br>se encuentre la verdadera puerta?</p><p>¿Será que no estamos aquí para perfeccionarnos<br>sino para recordar quiénes fuimos antes de las heridas?<br>¿Será que no estamos aquí para fabricar una vida correcta<br>sino para abrazar la vida que ya somos<br>incompleta fracturada luminosa?</p><p>¿Y si el dolor la soledad la pobreza las caídas<br>no fueran pruebas que hay que pasar<br>sino caminos sagrados de transformación silenciosa?</p><p>¿Y si incluso en medio del caos existe un tejido sagrado?<br>¿Y si aún en la noche más larga hay una semilla secreta germinando en nuestro interior?</p><p><strong>Este libro es una travesía por esas preguntas.</strong></p><p><strong>No ofrece fórmulas mágicas.</strong><br><strong>No promete atajos.</strong><br><strong>No pretende explicarlo todo.</strong></p><p>Es un susurro para los que habiéndolo perdido casi todo<br>aún guardan muy dentro<br>una chispa que se niega a apagarse.</p><p>Es un mapa para quienes se atreven a caminar en la oscuridad<br>a rendirse sin renunciar<br>a confiar sin ver<br>a bailar aún cuando el suelo tiemble bajo sus pies.</p><p>Es un homenaje silencioso a todos los que aún rotos<br>siguen sembrando luz en tierras que otros llaman estériles.</p>